Mercedes Bachfischer es investigadora y analista, forma parte del equipo que lleva adelante el programa de formación TEP (The Emergency Program), y estos días ha estado dando soporte de forma remota al equipo técnico de España que se encuentra cooperando en el episodio de simultaneidad de incendios en Chile.
Hoy conversamos con ella y compartimos parte de la charla…
vft: Aunque te encuentres a miles de kms de distancia del evento en sí, es interesante que puedas estar brindando ayuda, ¿de qué forma los has estado asistiendo?
M.B.: Ellos están allá desde poco antes que comenzara este episodio porque iban por un intercambio, así que agarramos el evento de pleno, es decir, desde el momento cero. En un principio, el primer día de tanta simultaneidad, lo urgente se enfocaba en ubicar y mapear los múltiples incendios. Teniendo eso realizado, se pasó a intentar recrear las isócronas de cada uno, los perímetros temporales de avance, porque de ello podemos aprender mucho respecto de lo que quiere y puede hacer el incendio, y luego, se fue al detalle, identificando las partes activas del todo el perímetro del quemado. De ahí, el equipo de analistas en terreno ya puede determinar zonas que requieren especial atención, dibujar potenciales y establecer prioridades.
Hoy en día, la tecnología nos ofrece grandes ventajas y por dar un ejemplo, teniendo la ubicación en tiempo real del equipo y a la vez, procesando imágenes satelitales con una escala temporal alta, es decir, mucha frecuencia en la actualización del dato, más de una vez, los pude guiar por el mejor camino para llegar a los sitios que presentaban más actividad en ese momento determinado.
Estamos hablando de cientos de incendios repartidos a lo largo de más de 400 km de país. Eso se traduce en múltiples columnas de humo, baja visibilidad que hace que incluso a veces dentro del propio incendio, sea difícil encontrar el sitio con llamas, y por eso, la información geográfica volcada en una plataforma que todos puedan actualizar y a la vez consultar, en momentos así, es una herramienta clave.
En definitiva, nos complementamos porque de alguna forma soy sus ojos desde arriba y ellos son los míos, en el incendio mismo, al enviarme datos meteorológicos, imágenes y videos donde se ve el comportamiento del fuego y toda la situación desde ahí.
Las personas o dispositivos que se enfrentan a este tipo de eventos necesitan mantener la visión estratégica por encima de todo, utilizando para ello, las herramientas tecnológicas disponibles, como los satélites y los SIG, porque al final, centrarse en un solo incendio puede hacerte perder la visión global y el ritmo de lo que está pasando. Tener visión, es tener capacidad de elegir lo que va a pasar, y una manera muy útil de aportar a esta capacidad en el operativo es brindando información masticada, como el posicionamiento del fuego, los crecimientos de incendios y cruzar toda esta información, con la capacidad estratégica y social que tiene una determinada zona del planeta. En Chile, esto se tradujo en dividir todo el episodio en cuatro complejos de incendios, donde se trabaja para limitarlos a estos grandes ejes de contención, con la prioridad de reducir el impacto en las múltiples zonas urbanizadas alrededor de todos los frentes de fuego que crecían y todavía crecen, día tras día.
vft: Hablemos un poco de la instancia previa a estos incendios. En cuanto a condiciones, ¿cómo estaba la región?, ¿se podía esperar que ocurriera algo así?
M.B.: En Latinoamérica en general se está viviendo otra importante ola de calor, el año pasado ya había ocurrido, pero más localizada en el noreste y de ahí que podemos recordar el episodio de simultaneidad en la provincia de Corrientes, en Argentina, que obligó a declarar la emergencia ígnea, al tener más de 800.000 ha afectadas.
Esta vez, también estamos hablando de una persistencia de días con temperaturas que rondan los 30/40 grados, humedades muy bajas y que, en algunas regiones, no llegan a recuperar durante la noche. Esto condiciona definitivamente los combustibles, es decir, la vegetación en todos sus tamaños e incluso los más gruesos, para los cuales es necesario se mantengan a lo largo del tiempo, condiciones desfavorables como estas. El contenido de humedad de este tipo de combustibles, el grueso, se usa analizar la evolución de la temporada o campaña de incendios ya que no es sensible a lo que ocurre al día a día, meteorológicamente hablando, como sí pasa con el fino, incluso hora a hora, sino que varía en períodos más largos. Si consultamos el Índice Meteorológico de Peligro de Incendios para esta zona, para el 3 de febrero, un día clave de este evento, vemos que la anomalía era extrema.
Algo interesante, pero a la vez preocupante, es que el personal local de allá comenta que, viendo este episodio, en comparación con el del 2017, que también ha sido un hito en la historia de los incendios a nivel global, ve cierta tendencia a un desplazamiento hacia latitudes más altas en la ocurrencia de incendios más violentos como los que se han visto los últimos días, y estamos hablando de regiones en las que antes por el clima, no se concebía esa posibilidad.
vft: Y hablando un poco de los incendios en sí, ¿qué destacarías de este episodio? Al principio mencionaste la simultaneidad y la cantidad de incendios activos a la vez…
M.B.: Si, la simultaneidad es un tema complejo porque puede lograr que colapse todo el sistema de extinción. Tu recurso es finito, las extensiones son muy grandes, no podés cubrir todos los incendios y por lo tanto, no queda otra que analizar la situación, determinar potenciales, las prioridades de actuación, y por cada una, definir el escenario resolutivo, es decir, la estrategia.
En cuanto a los incendios en sí, la región se ve afectada por el viento puelche seco, que es un viento influenciados por el efecto Foehn de los Andes. En pocas palabras, es un fenómeno que se da cuando una masa de aire se eleva por algún obstáculo perpendicular a su trayectoria, en este caso la cordillera, se enfría, condensa su humedad y luego, a sotavento, desciende con gran velocidad, ganando temperatura, pero permaneciendo seca... esto hace que los combustibles se encuentren todavía más disponibles para arder y claro está, para que el fuego propague más fácilmente. Por otro lado, durante la noche, algunos incendios lograban establecer una columna convectiva y en poco tiempo, duplicar su superficie. Pero el incendio más violento, el de Angol, lo vimos el viernes a la noche, el 3 de febrero, que luego de darse la piroconvección, logra crecer a razón de 7000 ha/h y se termina juntado con el incendio de Santa Ana; en pocas horas, hace una carrera de 27 km, es muchísimo.
vft: Y entre medio, quemando todo lo que estaba a su paso…
M.B.: Si, si seguimos caracterizando este episodio no podemos dejar de lado el tema social. Todo el mundo vio imágenes y videos de los incendios adentro de los barrios, quemando viviendas y la destrucción post-fuego. También es de conocimiento público la cantidad de pérdida de vidas humanas y los heridos estimados hasta la fecha. La afectación de las áreas de interfase, te obliga a tener que gestionar muchos otros aspectos durante la emergencia que no se consideran si solo se quema la vegetación, es un mundo aparte.
vft: Desde tu lugar, que investigas, pero a la vez colaboras durante la emergencia de incendio en distintas partes del mundo, ¿qué cambios ves que son necesarios, si es que los hay?
M.B.: Está claro que la situación está cambiando. Latinoamérica, antes era espectadora de la situación de ocurrencia de grandes incendios en el hemisferio norte, pero ya no podemos decir lo mismo. En los últimos años hemos tenido incendios importantes como el de Las Máquinas y Agua Fría, en Chile, en 2017 y 2020; La Pampa, Las Golondrinas, Corrientes y Lago Martin, en Argentina, en 2018, 2021 y los últimos dos en 2022; los de Roboré, en Bolivia, en 2019 y 2021. Todos merecen ser recordados por alguna lección que nos hicieron aprender y por lo tanto, tomando conciencia de esta realidad que ya no nos es ajena, es importante ser proactivos y cambiar para mejor. Cambiar la forma de gestionar el territorio, la sociedad durante la emergencia, pero también la forma, desde el punto de vista del servicio de extinción, en que pensamos el incendio, priorizamos y decidimos la mejor forma trabajarlo. Las metodologías tradicionales, sirvieron para incendios individuales, con velocidades e intensidades que difícilmente superaban ciertos umbrales, pero ante este nuevo cambio, nosotros también debemos evolucionar.
vft: Gracias Mercedes por tu tiempo y por situarnos en contexto respecto de este episodio y acercarnos un poco tu interesante rol dentro de esta emergencia.